El Último Don
“Un año después de cometer el acto más salvaje de su vida; “El Don” Domenico Clericuzio, capo de la última gran familia de la Mafia, toma una decisión: sus nietos vivirán ajenos al mundo del crimen. Pero cuando está cerca de conseguir su objetivo, ciertos secretos familiares del pasado amenazan con socavar su plan y desatar una guerra. Y es que el último Don no puede ignorar que lo único que los Clericuzio saber hacer bien es … matar”.
El anterior relato corresponde a una parte del libro llamado “El Ultimo Don” de Mario Puzo, autor de “El Padrino”. El relato es fantástico, te hace inmiscuirte inmediatamente en la historia y te identificas sin darte cuenta con alguno de los personajes del libro. Toda una fascinación para la lectura. He de confesar que encontré este ejemplar en una librería muy antigua en la zona de Miraflores en Lima, Perú. Encontré obras realmente interesante que en la medida que las vaya leyendo se las iré compartiendo; siempre buscando un mensaje que sea edificador para mi vida y la de mis lectores.
Pues bien; es interesante como “El Don” en su afán de controlar la vida de sus familiares sobre todo la de los más pequeños; no puede lidiar al final con el infinito misterio de la vida. Al final la vida tiene para cada uno de nosotros un objetivo determinando; el problema radica es que muchas veces queremos pensar que el camino para llegar a ese mismo objetivo es el mismo, o por el contrario, creemos que siempre será el camino más fácil, más aún cuando los primeros pasos que hemos damos en el caminar de nuestras vidas han estado acompañados de puros éxitos.
Yo he sido un completo testigo de esto último. Un buen tramo de mi vida podría decirse que mi caminar fue casi perfecto. Padres amorosos y dispuestos a darlo todo por mí, colegios de primera línea, deportista, popular, excelentes universidades. Casarme con el amor de mi vida, un trabajo que disfruto cada día, hijos sanos, en fin …. Que más se puede pedir? En algún momento llegué a pensar que mi vida sería así siempre…… que gran equivocación. No tenía ni la más mínima sospecha sobre la vida y sus misterios, sus curvas, sus altos y bajos y he de reconocer que estos cambios han trastocado lo más profundo de mi ser.
He pasado por momentos realmente difíciles en cada uno de los aspectos que yo pensaba los tenía “controlado”, momentos de angustia, dolor, decepción y en algunos momentos hasta he llegado a bajar mis brazos y quedarme dentro del hueco que había caído. Muy difícil sobre todo para alguien acostumbrado a controlar, a que todo resulte según tu plan. Pero no es así, la caída en estos casos es más dura y lo peor es que se te hace más difícil poder encontrar una solución, o fuerzas para poder levantarte, limpiarte y seguir adelante. Lo tormenta llegó, pero no estaba preparado para enfrentarla.
Al día de hoy podría decirte que los mismos golpes, las mismas decepciones me van ayudando a comprender mejor esta vida. Enseñándome sobre todo que el camino no siempre será un paseo de rosas. Habrá problemas y complicaciones realmente serías que te harán valorar nuevamente tus objetivos, tu destino, tu camino, tu ser, tu vida y sobre todo tu alma. Algo que he logrado aprender poco a poco es que, aunque todo este mal, aunque todo lo mires demasiado oscuro; siempre hay una claridad, siempre hay una lección, siempre habrá algo positivo. El truco está en poder ser lo suficientemente fuerte para resistir y tener la apertura de mente mínima necesaria para encontrar el aprendizaje para tu vida, para edificarte en la nueva etapa de tu vida. Se puede; yo soy un vivo ejemplo. Continúo tratando de aprender y salir adelante. Vendrán días bueno y días malos. Días en que sentirás que no te puedes levantarte de la cama; pero te digo; se puede salir adelante aún en las situaciones más adversas. No estás solo en estos procesos. Hoy yo no puedo afirmar que ya todo esta nuevamente perfectamente acomodado en vida; todo lo contrario; pero estoy luchando y buscando las herramientas para obtener ese aprendizaje que logre edificarme para mi siguiente paso. Así que cuando te sientas desesperado; ten la seguridad que no estás solo en tu lucha. Somos muchos los que estamos pasando por lo mismo.
Don Domenico había planificado una vida para cada uno de sus hijos y sus nietos. Pero la vida tenía otro plan para cada uno de ellos, algunos siguieron algún camino parecido al decidido por su padre; pero otros no y tuvieron finales complicados. Pero siempre la determinación, las ganas de salir adelante y sobre todo la presencia de un sentimiento puro y digno en el alma o la vida de algunos hizo que su futuro fuese un poco mejor.